La traición emocional
Cómo sanar cuando fuiste tu última prioridad
Beatriz Álvarez
4/24/20253 min read


Hay heridas que no dejan cicatrices visibles, pero que marcan profundamente. Una de las más silenciadas —y a la vez más comunes— es la traición emocional. No hablo de cuando alguien te engaña, te abandona o rompe una promesa. Hablo de cuando tú misma te dejas para después. De cuando te conviertes en la última persona de tu lista. De cuando te fallas para no fallarle a los demás.
Esta forma de traición es sutil. Se esconde detrás del “no pasa nada”, del “yo me arreglo”, del “es más fácil así”. Comienza con pequeñas renuncias: no decir lo que piensas, no mostrar lo que sientes, no pedir lo que necesitas. Continúa con decisiones que sabes que no son tuyas, pero tomas igual para no molestar. Y se instala como una forma de vida: vivir complaciendo, sosteniendo, callando… mientras tú te desdibujas.
Y lo más doloroso es que, aunque por fuera parezca que todo está en orden, por dentro se siente vacío. Frustración. Resentimiento. Cansancio. Una sensación de traición interna que no sabes nombrar, pero que te pesa todos los días.
Porque cuando eres tú quien se abandona, ya no queda nadie a quien reclamarle. Y eso duele. Duele más que cuando lo hace otro. Porque esta vez, fuiste tú quien no se eligió. Quien se exigió. Quien se dejó para después.
Pero esta herida no nació sola. Viene de atrás. De una historia donde aprendiste que amar es sacrificarse. Que lo correcto es estar disponible. Que pensar en ti es egoísta. Que si das mucho, algún día te elegirán. Que si no haces ruido, te querrán.
Y así fuiste construyendo una identidad basada en la entrega, pero vacía de ti. Una identidad que funciona, pero no siente. Que sostiene, pero no se sostiene.
Sanar la traición emocional implica mirar de frente esa parte tuya que dejaste atrás. No para culparte, sino para recuperarla. Para decirle “lo siento, no supe hacerlo mejor… pero ahora sí”. Implica aprender a reconocerte, a ponerte en tu centro, a priorizarte sin justificarte.
Es un proceso profundo. Porque hay muchas capas que desmontar: la culpa por decir que no, el miedo a decepcionar, la incomodidad de recibir, la vergüenza de necesitar. Pero debajo de todo eso hay una verdad: tú mereces ser la primera en tu vida.
¿Cómo empezar?
Primero, observando. ¿Cuántas veces al día te dejas para después? ¿Cuántas decisiones tomas desde el miedo y no desde el deseo? ¿Qué parte de ti estás ignorando por costumbre? Hazte consciente. No para castigarte, sino para volver.
Luego, empieza a elegirte. No de golpe. Pero sí de forma constante. Diciendo lo que sientes. Cuidando tus espacios. Poniendo límites. Pidiendo ayuda. Dejando de explicar tanto. Aceptando que mereces ocupar lugar, aunque eso incomode a otros.
Y sobre todo, empieza a cuidarte desde el amor, no desde la exigencia. Porque muchas veces, incluso cuando queremos sanar, nos tratamos con dureza. El autocuidado real es suave. Es respetuoso. Es constante. Es elegirte todos los días, aunque sea en un gesto pequeño.
Sanar la traición emocional es también perdonarte. Por las veces que no supiste cómo hacerlo mejor. Por las veces que aguantaste. Por las veces que te callaste. No necesitas culparte para sanar. Necesitas abrazarte.
Si hoy sientes que estás vacía, que te has perdido, que das mucho y recibes poco… quizás es hora de cambiar la dirección de tu amor. De dejar de darlo todo hacia afuera y empezar a devolvértelo a ti. No como castigo, sino como regreso. No como defensa, sino como elección.
Estoy aquí si quieres iniciar ese proceso. Podemos trabajar juntas para reconocer esa herida, liberar la culpa y reconstruir una relación más amorosa contigo. Puedes agendar tu primera sesión desde mi web o llamarme directamente. No estás sola. Y todavía estás a tiempo de volver a elegirte.
Terapias Beatriz Álvarez
Es un espacio sutil, acogedor y profundamente humano que invita a detenerse, a respirar, y a mirar hacia dentro.
© 2025. Terapias Beatriz Álvarez
Telefono y WhatsApp: +34 652 17 94 99
Consultas con Cita Previa En Presencial y Online


Deja tu reseña Aquí
