Autoestima verdadera

La autoestima no se construye desde fuera, sino desde el interior. Es el reflejo de la relación que tienes contigo misma: cómo te hablas, cómo te miras, cómo te tratas.

Durante años, muchas personas han aprendido a exigirse, criticarse o rechazarse porque no han recibido el amor o el reconocimiento necesario. Sanar eso es posible.

Este proceso requiere revisar dos aspectos fundamentales: el autoconcepto (cómo te defines y valoras internamente) y la autoimagen (cómo te percibes físicamente y cómo crees que los demás te ven). Ambos se ven afectados por las experiencias pasadas, pero también pueden reconstruirse con apoyo terapéutico y amor propio.

Técnicas como la PNL, el coaching emocional, la terapia energética o el diario de autoconocimiento son caminos eficaces para reconectar contigo.

Una autoestima sana no significa sentirse bien siempre, sino sostenerse con respeto, incluso en los días nublados.